| http://lospiesenlatierra.laverdad.es/noticias/2519-lno-podemos-comer-atun-rojo-con-la-conciencia-tranquilar «No podemos comer atún rojo con la conciencia tranquila» |
| 07.11.12 - MIGUEL ÁNGEL RUIZ |
El periodista británico Charles Clover, durante un paseo con su perro por una playa del Reino Unido. :: C. C.
El periodista británico Charles Clover, autor del libro que inspiró el documental ‘The end of the line’, sobre la sobrepesca en los océanos, asiste a una proyección de la película en la Universidad de Murcia
Traduzca como prefiera ‘The end of the line’: el final de la línea, el extremo del sedal, una situación límite... Los productores de este documental prefirieron no cambiar el título en su versión en castellano para no tener que renunciar a ninguno de los posibles significados, y quizá para potenciar así su mensaje durísimo: la sobrepesca está acabando con la vida de los océanos. La película, estrenada en 2009 y presentada en el Festival de Sundance, se basa en el libro del mismo nombre del periodista británico Charles Clover, que asistirá este jueves en el Paraninfo de la Universidad de Murcia a la proyección del documental, en la apertura del Máster Universitario en Gestión de Recursos Pesqueros y Acuicultura, que coordina el profesor José Antonio García Charton. Clover, veterano periodista ambiental del ‘Daily Telegraph’ y ‘The Sunday Times’, se sobrepondrá a un inoportuno dolor de espalda para volar hasta Murcia, donde se reencontrará con Daniel Rolleri, abogado de origen argentino que ahora impulsa desde la Región las actividades de Ocean Conservancy (OC) y que participó en la producción de la película durante su etapa como directivo de OC en Washington en los años 90. A Charles Clover, que contesta desde su casa de Londres el cuestionario enviado por ‘La Verdad’, se le notan incluso por escrito sus maneras de caballero británico.
–Después de leer su libro y ver el documental, a uno le entra cierta angustia al comer un filete de atún. ¿Es para tanto?
–Sí, la situación de nuestras pesquerías es muy mala. El 80% de los stocks de peces de la Unión Europea están sobreexplotados y debemos asumirlo. Pero la culpabilidad puede ser buena si nos empuja a tomar decisiones más inteligentes, como optar por consumir especies sostenibles.
–¿Tenemos que dejar de comer atún? ¿Dejamos de ir a restaurantes donde lo sirven?
–Francamente, con la gran cantidad de pesca ilegal que se da en las pesquerías del atún rojo del Atlántico, todos deberíamos dejar de consumir esta especie y obligar a los pescadores y a las granjas de engorde a que cumplan las normas. Supongo que habrá visto el último informe sobre el comercio ilegal de atún rojo a través de Panamá durante la última década. Los indicadores muestran que la pesquería está mejor vigilada y que el stock podría estar experimentando una leve mejoría pero la cantidad de pesca ilegal es aún preocupante. Hay mucho más que hacer antes de que podamos volver a comer atún rojo con la conciencia tranquila.
–Usted denuncia que los consumidores apenas nos preguntamos si los peces que comemos se han obtenido de forma legal. ¿Hasta qué punto somos responsables?
–Creo que, actualmente, cuando la gente pide un pescado se pregunta cada vez más si una pesquería determinada está bien administrada o no. El mundo está cambiando y en verdad debo decir que en parte gracias a ‘The end of the line’. Sin duda, lo más importante es que reformemos las políticas pesqueras europeas. Como consumidores podemos ayudar comprando solo en tiendas, supermercados o restaurantes que se toman en serio la sostenibilidad.
–Tampoco considera un buen ejemplo a los grandes cocineros, que insisten en trabajar con algunas de las especies más escasas.
–Correcto. Nobu es un buen ejemplo de un chef que se ha beneficiado con la venta de especies en peligro.
–Las sardinas son baratas y abundantes, y su pesca es sostenible, pero las consumimos poco.
–Creo que cada vez lo hacen más personas. Las sardinas figuran en la lista de peces que se pueden comer del Marine Conservation Society y de WWF. Sin embargo, las poblaciones de sardinas del Mediterráneo parece que atraviesan un estado más preocupante.
–Usted afirma que todas las especies comestibles desaparecerán en 2048 si la pesca no se regula. ¿Mantiene esta ‘profecía’?
–Creo que la fecha de 2048 es demasiado precisa y de hecho el año no figura en el trabajo científico en cuestión. Pero solo unos pocos no están de acuerdo con esta tendencia. Los científicos que aparecen en el documental se reunieron y publicaron en el verano de 2009 un trabajo en la revista ‘Science’ confirmando esa tendencia. Desde entonces se han publicado una gran cantidad de trabajos que determinan que en general las pesquerías del mundo están en declive salvo unos pocos ejemplos en algunos países desarrollados.
–¿Cómo sería un mundo sin peces?
–Más hambriento. Se estima que el pescado es una parte significativa de la dieta de 1.200 millones de personas. El pescado es también parte de la dieta de otras especies, por lo que ecosistemas enteros dependen de él.
–¿Qué soluciones propone?
–Necesitamos reformar la Política Pesquera Común para que se prohíba el descarte, se impongan cuotas solo en base a recomendaciones científicas, no políticas, y se regionalicen las políticas para tener una mejor y más rápida administración de los recursos. También necesitamos cortar los subsidios que se dan a las flotas europeas de aguas distantes. Personalmente, creo que dar a los pescadores derechos de pesca es una buena manera de permitirles hacer estos cambios. Ah… y necesitamos nuevas y grandes reservas marinas.
–Es usted un defensor de las reservas. En Murcia se han creado dos –Cabo de Palos-Islas Hormigas y Cabo Tiñoso–, pero su superficie es aún reducida. ¿Es ese el camino?
–No hay problema en empezar con pequeñas reservas. En la Costa Brava hay una reserva que comenzó siendo muy pequeña y el alcalde luego quiso que se agrandara porque atraía muchos buceadores.
–¿En qué nivel sitúa las flotas pesqueras mediterráneas, según un supuesto código de buenas prácticas?
–Malo. El Mediterráneo tiene una de las pesquerías peor administradas del mundo. No hay ZEE’s (Zona Económica Exclusiva), por lo tanto ningún país tiene interés en administrarla. La mayoría de los peces son muy pequeños. Francamente, la Unión Europea podría dar un mejor ejemplo.
–¿Dónde encontró las peores prácticas pesqueras? ¿Y las más sostenibles?
–Las naciones pesqueras más grandes, Japón, Taiwán, Corea del Sur y España, tienen todas alguna responsabilidad por la sobrepesca. Estados Unidos, Nueva Zelanda, Noruega, Australia e Islandia tienen ejemplos de pesquerías relativamente bien administradas.
–¿Algún consejo para las cofradías de pescadores de la Región de Murcia, que están viendo como año tras año descienden sus capturas?
–Que se agrupen, que fijen códigos voluntarios para proteger especies, que encuentren maneras de excluir embarcaciones que no cumplen las normas. Esto es precisamente lo que estamos tratando de hacer en un proyecto que la Fundación Blue Marine ha creado en Lyme Bay, Dorset (Reino Unido). Lo mejor que un pescador puede hacer es armar una cooperativa que crea en la pesca sostenible y dejar fuera de juego a sus rivales.
–¿Es la acuicultura el futuro para el consumo de pescado?
–No, en tanto que depende de la pesca de peces salvajes para alimentar a los peces de granjas.
–La Región de Murcia es una potencia en el engorde de atún rojo en jaulas para exportarlo a Japón (capturado en libertad cuando entra a desovar al Mediterráneo), pero ya se ha perdido el arte tradicional de la almadraba. ¿Qué le sugiere?
–La llegada de las jaulas de engorde para el atún rojo ha minado la pesquería del atún del Mediterráneo y la ha hecho más difícil de controlar. Son los grandes responsables del deterioro del atún rojo. Lo ideal sería prohibirlas. En la práctica deberían ser estrictamente reguladas.
–No sé si conoce el Mar Menor, donde la sobrepesca es evidente y que está plagado de medusas...
–¡No he estado allí pero me imagino lo que me cuenta!
–¿Ha notado algún avance positivo desde que publicó su libro y se rodó el documental?
–De acuerdo con una evaluación sobre impacto social hecha por la Fundación Channel 4 Britdoc, el libro y la película parecieron crear un punto de inflexión en las políticas de empresas. Un buen número de compañías, como Preat a Manger, o incluso empresas como Whiskas (de comida para gatos) decidieron cambiar sus proveedores de pescado. Un gran donante hizo posible la creación de la reserva marina más grande del mundo alrededor del archipiélago de Chagos, en el océano Índico. La Fundación Blue Marine, que surge como legado del filme documental ‘The end of the line’, tiene como objetivo la creación de reservas marinas. Y pronto habrá nuevos anuncios...
–¿Estamos a tiempo de salvar los océanos?
–Sí. Un estudio de la Universidad de California-Santa Bárbara concluye que el estado de las pesquerías menos evaluadas del mundo es aún peor que las mayores pesquerías comerciales, pero que todas podrían responder positivamente con una mejor administración.
Un dilema narrado por Ted Danson y Miguel Bosé
En la versión original de ‘The end of the line’, la voz grave del actor norteamericano Ted Danson sitúa al espectador ante un dilema terrible:la sobrepesca puede acabar con los ecosistemas marinos y el modo de vida y fuente de alimento de millones de personas. El documental –doblado por Miguel Bosé en su versión española– supuso una importante llamada de atención sobre las malas prácticas pesqueras y dejó como legado, además de un inmenso eco mediático, la Fundación Blue Marine, que trabaja en la creación de reservas desde Escocia hasta la Antártida.
(Publicado en 'La Verdad' el 7 de noviembre de 2012) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario