POR: CÉSAR CÓRDOVA PONCE
A más de uno les habrá sorprendido
que César Álvarez haya mostrado su conformidad con el Decreto Supremo
005-2012-PRODUCE. Pues claro, cómo no va a estar de acuerdo, si con las medidas
complementarias contenidas en la Resolución Ministerial 433-2012-PRODUCE la
ministra Triveño dio marcha atrás en los objetivos iniciales del gobierno en
frenar la producción de harina con anchoveta destinada al consumo humano
directo y cedió ante la presión política ejercida por el presidente regional de
Ancash. Es decir, el ilegal negocio de la harina negra resistió el embate y
sigue firme, y ahora hasta con espaldarazo ministerial.
Por otro lado, la reciente
publicación de la resolución del PRODUCE que autoriza la reducida cuota de 810
mil toneladas de anchoveta para la segunda temporada de pesca 2012, fue
acompañada por las preocupantes declaraciones de la ministra Triveño en el
sentido que la biomasa de anchoveta está estimada por IMARPE en 5.3 millones de
toneladas, por lo que señaló que era recomendable dictar medidas urgentes para
preservar el recurso y evitar consecuencias fatales en el futuro. En esa
dirección, determinó reducir dicha cuota en un 68% con respecto a la del año
pasado, lo que ha motivado lógica reacción en los pescadores industriales,
quienes acatan de manera responsable año tras año, las cuotas que dispone
PRODUCE al amparo de los informes científicos y las recomendaciones del IMARPE.
Pues bien, en esa línea austera que
se ha propuesto el gobierno en el uso del recurso, es sumamente contradictorio
que se mantenga vigente el Decreto Supremo 017-2011-PRODUCE que establece el
40% como descarte de la anchoveta destinada al consumo humano directo para ser
usada en la elaboración de harina de pescado. Una norma netamente pro harinera
que no se debe admitir y con mucha más razón, en los actuales momentos en los
que la ministra Gladys Triveño ha declarado que la preservación de la anchoveta
es un objetivo nacional.
En ese sentido, la fiscalización del
recurso anchoveta debe ser observada en todos los actores que ejercen presión
sobre su biomasa, no solamente en la extracción sino también en su uso como
materia prima, de tal manera que llama la atención la poca voluntad del
gobierno en optimizar su uso destinado al consumo humano directo y no se
percate del impacto negativo de esta norma en mención que solamente alienta su
desvío a la producción de harina.
La derogatoria de esta norma, que fue
arrancada por César Álvarez al ministro de ese entonces Kurt Burneo luego de
presionarlo políticamente, es urgente y necesaria en los actuales momentos en
que se busca preservar el recurso y debe ser el primer paso que tiene que dar
el gobierno para fiscalizar el destino y el uso racional del recurso tanto en
las embarcaciones de menor escala como en las plantas
conserveras instaladas en nuestro litoral, que permita mantener el equilibrio
responsable que debe existir entre la pesca extraída y su demanda real en esta
actividad productiva.
El Decreto Supremo 017-2011-PRODUCE
simplemente es una clara oposición al objetivo nacional de preservar el recurso
anchoveta expresado por la ministra Triveño, por lo que su derogatoria es de
urgente necesidad.
E Mail: cesarcordova_55@hotmail.com
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