El rey
de las mentiras
Noviembre 2, 2008 en 4:36 pm · Archivado en Nacional, Política,
Sociedad y etiquetada: anchoveta
Por: Antonio Miguel Seminario
Salazar
Dicen que Lucifer es un ángel
caído, cuya vanidad, orgullo e inteligencia ofendió al creador. Pudo más su soberbia, su autosuficiencia y la
arrogancia mostrada como un desafío a la comprensión infinita del universo,
hasta el punto en que consideró que su juicio o conocimiento sobre la realidad,
era tan divino, que su criterio bastaría para ser considerado por siempre y
para siempre, como una verdad absoluta sin espacio ni tiempo. Así nació a los
ojos de Dios su desafío y con ella la mentira. Al apartarlo del Edén y
desterrarlo junto al hombre, se abrió la posibilidad de que este sea tentado a
aprender esta conducta tan desleal contra su prójimo para lograr su
conveniencia. Luego, cuando el hombre aprendió que del poder político y la
mentira se puede dirigir la acción del Estado a favor de unos cuantos y en
perjuicio del bien común, comenzaron las injusticias sociales.
Un claro y contundente ejemplo es
la dación del inconstitucional D. Leg. 1084, sobre los Límites Máximos de
Captura por Embarcación (LMCE) para el sector de la pesca industrial de
anchoveta. Esta Ley, ha sido defendida con una arrogancia impresionante y una
personalísima soberbia que son las características más resaltantes en la
conducta del ex – Ministro de la Producción Ing. Rafael Rey.
Bastaría con repasar y analizar
unas cuantas veces lo dicho por Rey en la Comisión de Producción del Congreso de la República (Buscar en:
You Tube / Escribir: La Ley
Rey ), para darse cuenta que no solamente insulta a la
inteligencia humana, sino que ofende escandalosamente al principal poder
político que representa la verdadera fuerza del pueblo peruano: El Poder
Legislativo. Expresiones como: “Yo no sé quien pagó el estudio de Apoyo y no me
interesa saberlo”. “Y a mi que mi importa. Yo juzgo su contenido”. “Le repito
Sr. Presidente: Si lo averigua, por favor, no me lo cuente”. Estas son
expresiones muy lamentables que demuestran un total desprecio por quien
pregunta. Más aún, si en cumplimiento de su deber como representante del
pueblo, lo hace en defensa y salvaguarda de los intereses de la Nación. Por eso es que
los griegos, consideraban que la soberbia es un valor antidemocrático por
excelencia.
Pero si quisiéramos profundizar
en el segundo de los 7 pecados capitales del hombre, tendríamos que conjugar el
poder político con la avaricia de quienes se beneficiarían con este
inconstitucional D. Leg. 1084. Para corroborarlo, le recomendaría observar el
informe periodístico de César Hildebrandt en RBC Televisión (Buscar en: You
Tube / Escribir: El perro del hortelano 2809 Cesar Hildebrandt 10).
Verdaderamente los petroaudios de la corrupción en la licitación de los lotes
petroleros, se quedarían ridículos considerando que esta es una Ley que
afectará la vida de 15 mil familias de pescadores y en la que se han coludido
poderosos intereses políticos y económicos para legislar a favor de los 7
grandes grupos industriales de la pesca de anchoveta.
Por último, si al político
mentiroso, como al ángel caído, se le otorga un crédito excepcional por su
terrenal media sotana y se le permite una apasionada y cerrada defensa que
demuestra su total menosprecio por el criterio del otro, a pesar de que la Ley tiene evidentes
cuestionamientos periodísticos y constitucionales por su forma y fondo,
tendremos como resultado final una prensa engañada y a la opinión pública
totalmente ciega y sorprendida, creyendo en todas sus mentiras sin preguntar y
sin importar las nefastas consecuencias socioeconómicas de la aplicación de su
Ley. Para desnudar a este Rey de las mentiras, enumeraremos en la II parte todos sus engaños.
EL REY DE LAS MENTIRAS
II Parte
Primera mentira: “La anchoveta se
está depredando debido al sobredimensionamiento de la flota industrial”. Al
respecto el Instituto del Mar del Perú – IMARPE, encargado de la estimación
científica de la biomasa acústica de los recursos marinos, no lo ha indicado
así. Lo cierto es que bajo un sistema de cuota global implementado hace más de
40 años, se viene cumpliendo con la pesca recomendada en los estudios
científicos efectuados previos al inicio de cada temporada de pesca,
permitiendo que el recurso anchoveta se encuentre año tras año muy bien
preservado. El hecho de que exista un sobredimensionamiento real del 40% de la
flota pesquera sobre la capacidad potencial de procesamiento industrial de
anchoveta, no implica necesariamente que se este depredando el recurso
anchoveta.
Segunda mentira: “El atochamiento
de la flota pesquera en las plantas industriales genera la mayor contaminación
ambiental, una menor calidad de harina y por lo tanto un menor valor por el
precio de nuestras exportaciones de harina y aceite de pescado. Sólo con la
aplicación de los Límites Máximos de Captura por Embarcación (LMCE), podremos
generar una mayor competitividad en el sector pesquero”. Al respecto, bastaría
con formar dos grupos lo más homogéneos posibles para igualar la capacidad
potencial de pesca con la capacidad de procesamiento industrial de anchoveta.
Pero, lo cierto es que el Ministerio de la Producción no quiere
adoptar esta recomendación, por que perjudicaría económicamente a los 07
grandes grupos industriales que concentran el 73% del horno y al reducir la
oferta de anchoveta, evidentemente aumentaría el precio a pagar a toda la flota
pesquera, lo que implicaría una mejor redistribución de la riqueza a los
armadores y tripulantes, beneficiándose toda la Nación.
Tercera mentira: “Los que se
oponen a la aplicación de los LMCE son una minoría y son justamente aquellos
que quieren seguir en el desorden haciendo pesca negra, pesca ilegal. Estos son
los que ingresan dentro de las 5
millas y pescan especímenes juveniles”. El sector de la
pesca industrial de anchoveta lo conforman actualmente 1200 embarcaciones (50%
en acero y 50% en madera de la Ley
26920) y 120 plantas industriales aproximadamente (ninguna planta en poder de la Ley 26920). El 98% son PYMES
(605 empresas), compuestas por 880 embarcaciones pesqueras (E/P), equivalentes
a más del 70% de toda la flota y que dan trabajo directo a 17 mil pescadores.
Esta es la mayoría que se opone a la aplicación de las cuotas individuales de
pesca. Sólo el 2% de los empresarios que representan a los 07 grandes grupos
industriales y que tienen 320 E/P,
respaldan dicha Ley (hasta sus propios tripulantes se oponen a la
norma). Sin embargo, la minoría goza de una posición estratégica de dominio en
la que han concentrado el 57% de la capacidad de bodega y el 73% de la
capacidad de planta. Y con las cuotas individuales de pesca, se les asegurará
el 54% del recurso sin la necesidad de salir a pescarlo, eliminando la
competencia que genera los términos de eficiencia operativa y efectividad
pesquera. Estas condiciones de mercado son totalmente perjudiciales para el
resto y es inconstitucional que se les otorgue un mayor poder oligopsónico, es
decir, un mayor control sobre los precios y las cantidades (debido a que el pez
grande se comerá al pez chico). Asimismo, de cada 10 E/P que cometen
infracciones al reglamento pesquero, 9 son de acero de mayor escala (> 300
ton.), principalmente de los miembros de la Sociedad Nacional
de Pesquería (SNP), que son las que ingresan dentro de las 5 millas y pescan
especímenes juveniles, habiendo acumulado del 2,004 – 07, multas por 164.5
millones de soles frente a los 19 millones que adeudan las de madera.
Cuarta mentira: “Las embarcaciones
de madera no pierden. Al contrario, ganan dos puntos porcentuales, 500 mil
toneladas”. Según el estudio del Programa de Alta Dirección de la Universidad de Piura
(PAD-UDEP), la tendencia de las embarcaciones de madera es creciente para los 4
años analizados, yendo de un 14% para el año 2,004 a un 22% en el año
2,007. Con la implementación de los LMCE, el Ministerio de la Producción le pretende
otorgar el 19.33%, limitando su capacidad operativa y su eficiencia pesquera en
libre competencia, como lo señala la Constitución en sus Art. 58, 59 y 61. Sus
pérdidas efectivas serán de 275 mil toneladas equivalentes a 36 millones de
dólares, 60 mil por E/P y 1,200 por tripulante. A eso se le llama robo de saco
y corbata.
Quinta mentira: “Con los LMCE,
eliminaremos la carrera olímpica por el recurso anchoveta y la incertidumbre en
la pesca. Por lo tanto, esto hará que mejoren los precios pagados por las
toneladas de anchoveta descargada, en beneficio justamente de las E/P más
pequeñas”. Cualquier estudiante de microeconomía le podría refutar muy
fácilmente estos dos argumentos. En primer lugar: El principal factor
contributivo de los costos operativos en una faena pesquera es el tiempo; así
que cuanto mayor sea este al ir y regresar con o sin pesca, mayor serán tus
costos operativos. Por lo que la carrera olímpica será siempre la misma. Salvo
la oportuna diferencia que se evidencia
favorablemente con la aplicación del LMCE (80.57% para las E/P de
acero). Así, el más chico en madera, por su eficiencia y en libre competencia,
ya no le podrá arrebatar una mayor porción a lo que venían registrándose
decrecientemente en lo últimos 4 años, del 86% para el año 2,004 al 78% para el
año 2,007. En segundo lugar: Cuando existe un mercado oligopsónico (pocos
compradores y muchos vendedores), el control sobre los precios y las cantidades
recae sobre los compradores; o sea, sobre las plantas industriales propiedad de
los 07 grandes grupos que tienen las ¾ partes del horno. Entonces, como
empresarios, su comportamiento racional será el de maximizar sus utilidades.
Por lo tanto, si aseguran la mayor parte del recurso en papeles de posesión a
través de los LMCE (54% del total del recurso), el incentivo a pagar más por la
tonelada adicional descargada por otra E/P ajena a su propiedad, será menor y
no mayor. Esto se da económicamente por una cuestión de menor beneficio
marginal.
Sexta mentira: “Con la aplicación
de los LMCE se acabará con el desorden en el sector pesquero y se preservará
mejor el recurso anchoveta, debido a que, a cada E/P se le asignará una cuota
individual, sobre la cual, no podrán pescar más allá de lo establecido”. La
experiencia internacional sobre la aplicación de las cuotas individuales indica
que ocurrirá todo lo contrario (Chile es un ejemplo). Esto se debe a la sub
declaración de aquellos empresarios que concentrando el 73% del horno y el 54%
del recurso anchoveta en posesión de los 07 grandes grupos industriales, podrán
manejar técnicamente a su conveniencia sus propias balanzas, de tal forma que,
no se llegue rápidamente al tope de su cuota asignada. Esto lo harán gracias a
la complicidad de los supuestos inspectores “independientes”, a quienes la
industria pesquera les paga para que supervisen en la descarga a toda la flota
pesquera, muy en especial al tratamiento de su propia flota.
Conclusión: Bajo un sistema de
cuota global se puede solucionar el problema del sobredimensionamiento de la
flota industrial sin la necesidad de generar desempleo estructural y problemas
a nuestra sociedad. Asimismo, se puede concertar con la mayoría del sector de
la pesca industrial de anchoveta, para aportar económicamente a la solución del
problema de la Caja
de pensiones del pescador. El avalar los LMCE, implicaría para los medianos y
pequeños armadores su extinción y con esto, el aniquilamiento de 15 mil empleos
y la concentración de la riqueza en pocas manos, mayoritariamente extranjeras.
*Asesor Técnico Ley 26920